Las relaciones triangulares son una dimensión arquetípica de la vida humana. De una forma u otras, nunca escapamos de ellas. De hecho tendemos a manejarlas bastante mal cuando aparecen en nuestras vidas. Esto es comprensible, porque los triángulos normalmente evocan emociones muy dolorosas, sin importar en qué lugar del triángulo nos encontremos. Tendremos que hacer frente a sentimientos como los celos, la humillación y la traición.